Se dice que Ecuador está gobernado por régimen democrático únicamente porque cada cuatro años nos convocan para participar en elecciones “libres y directas”. Pero democracia real no existe ya que si analizamos desde el punto de vista de los derechos humanos y de los Derechos de los Pueblos Indígenas, no solo que no se cumplen sino que éstos se violan permanente y sistemáticamente.
El Estado Ecuatoriano está integrado por los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que normalmente tienen que guardar independencia entre ellos, pero que históricamente se han producido graves episodios de interferencia. Uno de los problemas más graves que afecta directamente a la democracia ecuatoriana es la corrupción, mal que se halla extendido en todos los espacios gubernamentales. Varios ex – presidentes, ex ministros de estado y ex - funcionarios públicos se hallan en EE.UU, Panamá, Costa Rica y México disfrutando de millones de dólares robados al erario nacional y gozando de impunidad.
La crisis de gobernabilidad llegó a su clima hace un año cuando el Ex Presidente Gutiérrez, disolvió la Corte Suprema de Justicia y captó para sí el Congreso Nacional, en un hecho sin precedentes de nuestra historia con lo cual quedamos en una situación prácticamente de dictadura que nuestro pueblo no la soportó. En abril del año pasado el proceso llamado “la rebelión de los forajidos” terminó con el poder del corrupto Gutiérrez, y desde entonces asumió la Presidencia Alfredo Palacio, médico cardiólogo, quien fue su vicepresidente.
La actualidad política nos remite a la presencia de un gobierno interino que termina justo el presente año y que tiene que llamar a elecciones presidenciales. El gobierno de Palacio a casi un año de haber asumido el poder está en deuda con el pueblo, pues el mandato del movimiento forajido del mes abril del año pasado incluía la Refundación del país mediante la Reforma Política del Estado, el llamado a una inmediata Asamblea Nacional Constituyente y a una Consulta Popular sobre el TLC.
La incapacidad del gobierno interino ha imposibilitado que esas demandas sean cumplidas; y únicamente por manejos de tiempos políticos se ve avocado a llamar a elecciones presidenciales para finales de este año pero sin haber posibilitado un solo cambio: ni en la Ley de Partidos, ni en el Tribunal Supremo Electoral, ni en la Ley de Cuotas y Propaganda Electoral, con lo cual se prevén elecciones amañadas que repetirán lo que nuestro pueblo dice: “más de lo mismo”. Cabe anotar que en Ecuador, los partidos políticos no gozan de la más mínima aceptación popular, ni credibilidad.
En esta coyuntura, el pueblo ecuatoriano se debate en la incertidumbre y desesperanza. No cree en el Régimen de Partidos, ya que los diferentes partidos políticos sean de derecha, centro o izquierda durante todo este tiempo dentro y fuera del Parlamento, se han sumado únicamente a componendas y amarres en lo que se ha dado en llamar el “reparto de la troncha”.
A pesar de que aún no se llama oficialmente a elecciones, ya suenan al menos 20 candidatos que están en plena campaña: por el Partido Social Cristiano que es de ultra derecha, se perfila Cyntia Viteri, actual vicepresidenta del Congreso que quiere capitalizar el voto femenino aprovechándose de la última experiencia chilena.
Entre los populistas suenan: Humberto Guillem viejo polítiquero manabita por el PRE, partido de Abdalá Bucaram; Alvaro Noboa, uno de los multimillonarios de América Latina que intenta por tercera vez acceder a la Presidencia; el propio Lucio Gutiérrez que luego de haber permanecido seis meses en la cárcel fue sobreseído por la Corte Superior de Justicia, pero que tiene pendientes seis casos por enriquecimiento ilícito; otro por la muerte de Julio García, fotógrafo chileno, durante la represión de abril; y por haber dejado al país en estado de conmoción nacional y avocado a una guerra civil.
Por la “izquierda” se postulan varios candidatos: León Roldós, Ex vicepresidente de la República, apoyado por la Izquierda Democrática y su propio movimiento político; Rafael Correa, Ex Ministro de Economía del actual régimen interino, que trata de capitalizar el descontento de las mayorías y no tiene respaldo de partido político alguno; Eduardo Delgado, ex sacerdote salesiano que lidera un movimiento denominado “Ecuador Decide”.
Por otro lado también está en campaña Marco Proaño Maya, desafiliado del partido de Abdalá Bucaram que intenta captar algunos votos de sectores gremiales y jubilados a favor de quienes ha trabajado desde el Congreso; y Luís Villacís por el Movimiento Popular Democrático (de ideología marxista leninista).
El gobierno de Palacio es totalmente incompetente. En 11 meses de gestión gubernamental ha cambiado 5 veces de ministro de gobierno; 3 de la cartera de Economía, 2 de Bienestar Social; 2 de Agricultura y Ganadería. Ha enfrentado al menos 50 paros de todo tipo en demanda de recursos; no ha podido controlar la inflación que para una economía dolarizada el 6% es irresistible.
En fin, no se siente que el presidente tenga un proyecto político definido y parece que solo espera que el tiempo pase para dejar el poder. En otro orden de cosas actualmente el gobierno de Palacio enfrenta una ola de paros y huelgas entre los cuales los más relevantes son el paro amazónico, que afectó la producción y exportación petrolera primer renglón de ingresos del país; el paro de las provincias del centro norte en demanda de recursos para obras provinciales; y, las movilizaciones indígenas en contra del TLC y por la caducidad de los contratos petroleros con la transnacional OCCIDENTAL.
En dos semanas de movilizaciones que fueron creciendo, hay un indígena fallecido en Cañar; se cuentan por decenas los heridos, tres compañeros perdieron un ojo por la represión; hubo muchos detenidos y las ciudades del país se desabastecieron. A los 10 días de paralización, que en principio fue minimizada, el Presidente Palacio decretó “estado de emergencia” amparándose en la Ley de Seguridad Nacional, de manera que miles de militares salieron a calles, plazas y carreteras reprimiendo e impidiendo las manifestaciones indígenas.
Por otro lado, a pesar de que el presidente de la república no manifiesta públicamente estar a favor de la firma del TLC, es evidente su voluntad de hacerlo. Mantiene al equipo negociador con todas las prebendas y canonjías; da su apoyo irrestricto a los negociadores; mantiene reuniones permanentes con las cámaras de industriales y exportadores; convoca y pide apoyo a los dueños de los medios de comunicación para potenciar campañas subliminales a favor del TLC y en contra de los pueblos indígenas.
Es así como durante la última semana se ha desatado una sistemática acción mediática propagandística explícitamente a favor del TLC y abiertamente racista, tratando no solo de deslegitimar la lucha indígena sino aún promoviendo manifestaciones callejeras en rechazo a la lucha indígena, y exigiendo la salida de sus cargos a prefectos y alcaldes indígenas. Como nunca estamos viviendo algo así como “terrorismo mediático”.
La dependencia del imperialismo es denigrante. Los gobiernos de turno han venido siendo alfombras del Gobierno USA. Sistemáticamente el FMI continúa presionando con sus “cartas de intensión” y medidas de ajuste estructural para “garantizar” el pago total y sin retardos de la deuda externa. La Base Norteamericana en Manta, amenaza nuestra soberanía nacional, y los problemas del Plan Colombia traspasan las fronteras colombo-ecuatorianas; cada vez son más las incursiones de las fuerzas colombianas en territorio ecuatoriano y se multiplican los desplazamientos internos de nuestros compatriotas y la llegada de refugiados colombianos.
Si bien es cierto que estamos en una sociedad incursiva y que busca establecer una “identidad de lo nuestro” creando una matriz productiva, en la actualidad, mucha gente de nuestro país desvaloriza la capacidad que tiene de producir objetos con la etiqueta “Hecho en Ecuador”.
Las personas buscan las grandes marcas y la buena calidad, sin fijarse que en nuestro país se puede lograr eso, solo con el apoyo de la misma comunidad. Si bien es cierto que este es un proceso largo y que toma tiempo como todo lo natural en esta vida, el cambio empieza por uno mismo.
Importancia de la Realidad Nacional
Si hablamos de la necesidad de conocer e investigar sobre nuestro país, ésta es la asignatura clave, porque lo primero que debemos conocer es nuestra realidad. Hay que conocer, desde luego, todas las realidades: la social, económica, política, de la educación y de la salud.
Nuestro país, pequeño en superficie, se ha destacado más por su cultura, siguiendo el camino trazado por: Benjamín Carrión, fundador de la Casa de la Cultura Ecuatoriana que lleva su nombre. Entre los ecuatorianos más destacados citaré a: Eloy Alfaro, Juan Montalvo, José Mejía Lequerica y Eugenio Espejo, el primero, ex -Presidente de la República. En la segunda mitad del siglo XX se destacaron: Galo Plaza Lasso, José María Velasco Ibarra, Camilo Ponce Enríquez, Clemente Yerovi Indaburu y Jaime Roldós Aguilera, todos ex -mandatarios.
El presente siglo deja inmensos interrogantes para el Ecuador que tiene múltiples problemas por resolver y pocos líderes para asumir este reto.
El noble propósito del aprendizaje de la asignatura de Realidad Nacional es conocer los datos más importantes de nuestra realidad. El nivel más alto en el proceso de aprendizaje es el autoaprendizaje, que permite el autocontrol y la autodisciplina para el estudio, lo cual se logra a través de su constante preocupación por los problemas de la realidad nacional, utilizando métodos de estudio y teniendo a la lectura comprensiva como principal herramienta de aprendizaje.
Un texto de Realidad Nacional debe ser autoinstructivo y estar diseñado con el propósito de que los estudiantes aprendan fácilmente, siguiendo las instrucciones de los esquemas de aprendizaje constantes en el mismo.
La enseñanza de nuestra realidad incide en la capacidad que adquiere el estudiante para conocer, analizar y discutir sobre el mundo social, ya que recoge sus conocimientos adquiridos en la asignatura, junto a sus propias experiencias e inquietudes, para lograr interpretar nuestra realidad y buscar la transformación de la sociedad ecuatoriana.
La obra más importante escrita sobre nuestra realidad es: “Ecuador: su realidad”, que contiene datos de nuestra realidad, de la Fundación “José Peralta”, la cual es actualizada todos los años. Sería bueno que todos manejemos esta obra como texto guía de la asignatura y los estudiantes puedan interpretarla.
Análisis
Hablar de la realidad nacional en el Ecuador exige de un ejercicio de diálogo profundo con la situación que vive nuestro país, hace necesario desplegar una visión multilateral del entorno y las expresiones concretas.
Analizar ello implica obviamente ubicar el proceso capitalista en el modelo económico de este modo de producción que se está implementando en el país: el neodesarrollismo.
Póngale el nombre que le quiera poner, lo que está sucediendo en el Ecuador no es más que la implementación de un capitalismo modernizante para acoplarse a las condiciones mundiales de la etapa imperialista y cuya base fundamental sigue siendo la explotación del ser humano y la destrucción de la naturaleza, es decir la división internacional del trabajo donde el Ecuador y los países “subdesarrollados” seguimos aportando al igual que hace más de 500 años al sostenimiento del sistema.
En el Ecuador bajo el neodesarrollismo el gobierno de Alianza País ha implementado medidas y ha logrado un crecimiento económico, obviamente en los marcos de medición de las instituciones capitalistas y como característica de esta forma de explotación se ha buscado y propagandizado la denominada “equidad social”: eso ha significado recrear la idea de progreso típica de la modernización capitalista.
El actual modelo ha implementado, ha significado la recuperación parcial del rol del Estado que ha buscado en algunas actividades la redistribución de la riqueza principalmente en el campo de las obras públicas, que significarían el desarrollo tan anhelado, obviamente dentro de los parámetros del capitalismo y su base conceptual: la extracción de plusvalía y su contradicción fundamental expresada en la producción cada vez más social y la apropiación privada de la riqueza generada por esa producción, traducido al castellano: pocos ricos se apropian de la riqueza producida por los y las ecuatorianas.
La implementación de este modelo ha significado altos niveles de explotación de la fuerza de trabajo, mayor depredación de los recursos naturales, la reprimarización de las economías, precarización del trabajo.
La forma política se ha amparado en un discurso izquierdizante, en la denominada “revolución ciudadana”, constituida fundamentalmente en la usurpación simbólica de luchas, símbolos, ritos, acciones que los pueblos del Ecuador han sostenido a lo largo de siglos para resistir al avasallamiento capitalista en sus diferentes modelos.
Bajo el concepto de ciudadanía se ha pretendido de un brochazo eliminar las diferencias sociales y por ende las clases que surgen con el modo de producción capitalista, es un concepto homogeneizante, donde para alcanzar la “equidad social”, los ciudadanos se asumen como sujetos del proceso que se vive, pero vistos así estos sujetos no tendrían una relación social en la producción, por ende para esta concepción todos somos iguales, negando en la política y más que nada en el discurso hueco que las desigualdades se generan en la esfera económica y por más que haya un proceso de redistribución de la riqueza, las estructura de la propiedad sigue siendo igual.
Con un profuso bullying mediático en el Ecuador se ha ido construyendo un discurso donde la “revolución” por demás pacífica, ha triunfado operándose a un cambio en el sistema político. Nada más lejano de la realidad que viven los pueblos de estas tierras.
Este imaginario pretende hacer ver a los y las ecuatorianas y al mundo un modelo exitoso, la vía ecuatoriana al “socialismo del siglo XXI”, pero de la retórica a los hechos hay mucho trecho y los éxitos económicos en los parámetros típicos del desarrollo burgués que es lo que expresan las cifras que cada año el gobierno muestra como una victoria de su acción, no reflejan siquiera los atisbos de una revolución y peor de una transformación estructural de las relaciones de propiedad y producción.
Citas de Autores
(Rodolfo Ortiz Amiel) La realidad nacional es la forma peculiar, característica de darse la realidad en el ámbito de la nación. tiene muchos aspectos ,cada uno con un contenido específico, que encontramos al referirnos a la realidad nacional en un país determinado. La realidad nacional está constituida por la posición geográfica, las variaciones climáticas , las montañas, los bosques, los lagos, ,los ríos , las costas , el subsuelo, la fauna y la flora : pero también es parte de nuestra realidad nuestro modo de producción, nuestra estructura social , nuestras costumbres de vida nuestras características culturales, nuestra producción literaria, científica , filosófica, etc.
(Víctor Miro Quesada Ureta) Ciencia que estudia la influencia de los factores geográficos en la vida y la evolución de los estados a fin de extraer conclusiones de tipo político, de las cuales deducir formas de acción politícas proyectadas al futuro, que concordantes permitan desarrollar con esa realidad, permitan desarrollar estrategias para alcanzar los objetivos nacionales.
Bibliografía
www.eltelegrafo.com.ec
www.elcomercio.com
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